Tres son los principales motivos que explican porque existimos como empresa digital, sin los cuales probablemente no tendríamos ninguna razón de ser y los cuáles nos ayudan a querer ser cada día un poco mejor y tener un claro norte.
Y el primer eje tiene que ver con todos y cada uno de los profesionales que nos hemos propuesto reunir en Multiplica. Queremos rodearnos de personas y profesionales brillantes que tengan la capacidad y voluntad de realizar proyectos brillantes. Porque no hay nada más bonito profesionalmente que trabajar con pares de los que aprender continuamente, que responden con creces, que nos sorprenden con sus ideas y sus visiones, que consiguen mirar siempre el lado positivo de las cosas o que ante cualquier problema o adversidad saben cómo darle completamente la vuelta.
Es, por eso, que en Multiplica nos sentimos profesionales con estrella y que esa condición – unida a la pasión que sentimos por este mundo que llamamos Internet – nos llevan a materializar sistemáticamente proyectos brillantes. Brillantes porque consiguen el WOW del usuario, así como de la cuenta de resultados de nuestros clientes. Brillantes porque no nos cansamos de verlos publicados online o descargados en nuestro móvil y los mostramos una y otra vez a una infinidad de amigos y familiares (sí, también a esa madre o tía que se ha puesto últimamente las pilas con Internet).
El segundo eje tiene que ver con un Multiplica que atiende con cariño las pequeñas cosas. Sí, las pequeñas cosas. Nos encanta preocuparnos de los pequeños detalles. De felicitarnos cuando cumplimos años. De saludarnos efusivamente cuando llegamos a la oficina. De pulir aquel documento que vamos a presentar al cliente para que esté impecable. De comprar aceite cuando se ha terminado. De llamar a un cliente tres meses más tarde de haber publicado su web para ver cuán bien le están yendo. De responder todos y cada uno de los mails que nuestros compañeros nos escriben. Una empresa brillante en lo macro y lo grande pero atenta a los pequeños detalles y las pequeñas cosas.
Tercer y último eje: Una empresa con alma. En Multiplica nos gusta la idea de que formamos parte de una gran familia cada uno con sus particularidades y personalidades (algunos más frikkies que otros, la verdad). Pero, una familia al fin y al cabo. Una familia en la cual nos ayudamos unos a los otros. Nos respetamos y nos tratamos siempre con cordialidad y educación. Donde no existe la necesidad de malos rollos. Todo lo contrario. Estamos aquí para trabajar pero para pasárnoslo en grande. Pues, al fin y al cabo todos buscamos lo mismo: buenas compañías, buenos proyectos y grandes resultados. Para nuestros clientes pero también para todos nosotros y donde todos ya somos mayorcitos para decidir y hacer lo que es mejor para el grupo.
Una familia donde somos todos más hermanos y hermanas que padres e hijos. Donde la comunicación es franca, directa y honesta. Donde buscamos los espacios para decirnos las cosas – con cordialidad pero donde nos decimos aquellas cosas que nos ayuden a mejorar individualmente y como grupo o colectivo. Una familia – o un equipo o una empresa si os convence el concepto familiar – creado por nosotros para nosotros y donde sea el tiempo el que vivamos en ella sintamos una química especial para el proyecto, así como para el resto de compañeros. Sintamos que podemos evolucionar y aprender del resto, pero también influenciar al grupo y proponer y mostrar disconformidad cuando lo consideremos oportuno.
Da igual si es tu primer trabajo o el octavo. Si eres el que más sabe de Internet de todos o todavía estás viendo por donde empezar. Si llevas un solo día entre nosotros o más de 10 años. Nos sentimos pares. Nos sentimos que todos y cada uno de nosotros contamos y somos importantes.
Es por todo esto que existimos. Y teníamos ganas de contártelo. Por si tienes ganas de trabajar con nosotros 🙂